Información que nutre vs. información que empacha

Una de los grandes males de los que nos tenemos que defender es la exposición a ingentes cantidades de información, no siempre verdadera y pocas veces útil. El fenómeno no es nuevo, pero su crecimiento sí es el mayor de la historia. La oferta se multiplica segundo a segundo.

El exceso de variedad y cantidad de información tiene dos efectos inmediatos: la pérdida de foco y el empacho informativo.

Desatiende información y reconoce tus limitaciones

La “ignorancia crítica” hace referencia a la habilidad para gestionar todo ese volumen de información que nos inunda. Lejos de dejar de ser críticos, hablamos de identificar y desatender la información falsa, así como de la no necesidad de leer detenidamente todo un contenido, obviando lo irrelevante.

La “humildad epistémica” es un término muy valioso, pues supone reconocer las limitaciones propias para analizar un contenido. Esto se relaciona con el desarrollo de un pensamiento crítico consciente, aquel que se practica y se es capaz de identificar.

No disponemos, ni podremos disponer, de todo el conocimiento especializado que circula en las redes sociales, por lo que promover la “ignorancia crítica” y la “humildad epistémica” son claves hoy en día.

No olvides identificar los incentivos

Los medios de comunicación, los creadores de contenido y las redes sociales viven de tu atención. Su modelo de negocio se basa en el secuestro de tu tiempo frente a sus contenidos. Recuerda: su objetivo no es informarte, es engancharte.

Tus objetivos nada tienen que ver con un algoritmo de recomendación o informaciones para confirmar tu sesgo y/o polarizarte. Pregúntate: ¿qué puedo hacer con esta información, en qué contribuye a mi objetivo, qué quedará de ella dentro de una semana?

¿El mejor método para digerir información? La metaconciencia

En una empresa en la que estuve hablándole de esto a sus directivos, me preguntaban la mejor forma de lidiar contra esa «atención secuestrada». Hay infinitos métodos para ello, pero estoy convencido de que la forma más sencilla de mejorar nuestra dieta informativa es desarrollar un hábito de metaconciencia; esto es, prestar atención a aquello a lo que estamos prestando atención.

La novedad vs. la relevancia

En mi acompañamiento a directivos hablamos mucho de la dieta informativa, porque lo importante no suele ser nuevo y lo nuevo no suele ser lo importante y porque la información no es lo mismo que el conocimiento. El conocimiento tiene que ver con unir los puntos, entender una narrativa, habitar en las preguntas.

Transitemos del ‘FOMO’ (fear of missing out – miedo a perderte algo) al ‘POMO’ (proud of missing out – orgullo de saber dejar pasar).

Conocer implica parar, divergir, consolidar y crear esa narrativa propia.

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Comentarios

Una respuesta a “Información que nutre vs. información que empacha”

  1. […] antes hablábamos de Información que nutre vs. información que empacha, hoy nos planteamos desde otro ángulo qué capacidad tenemos de interpretar la realidad. O dicho […]

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