Tras años en cargos ejecutivos, muchos profesionales continuan su carrera aportando valor fuera de su entorno, como Senior Advisors, con el fin de seguir en el mercado y/o simplemente mantener nivel de ingresos.
Ya no están en condiciones, o sencillamente no les apetece, entrar de nuevo en el mundo corporativo. Atesoran un gran capital: conocimiento, experiencia, saber hacer, perspectiva amplia y larga y los contactos de toda una vida (cuidado con la rápida obsolescencia de estos), que pueden resultar de extraordinaria utilidad para los directivos de otras empresas.
Se pueden convertir en una gran ayuda de otros directivos y/o empresarios para definir estrategias, contrastarlas, solucionar problemas en sus áreas de expertise o abrir puertas en otras compañías, mercados y/o profesionales.
¿Para qué contar con los servicios de un Senior Advisor? Para integrar su conocimiento basado en su experiencia, diseñar y contrastar decisiones estratégicas, complementar competencias y generar oportunidades.
¿Cuándo pensar en la segunda carrera?
Desde ya, muy intensamente en los últimos años de ejercicio y con urgencia tras la (pre)jubilación.
¿Cómo?
Distinto de la gestión empresarial directa, permite compartir tu conocimiento, experiencia y contactos con otras compañías, ofreciendo valor estratégico y operativo.
Rol flexible, implica menos responsabilidad que los Consejos de Administración, ofrece mayor flexibilidad y presenta oportunidades para seguir contribuyendo y enriqueciéndote profesionalmente en un entorno más relajado.
¿Tienes un plan?
Deberías: marca personal, conocimientos diferenciales, contactos y relaciones de valor.
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Seguimos observando.
Para comprender mejor.
Para actuar antes.
Jorge Segado 
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