Siempre se ha dicho que, sin dedicación exclusiva por parte de los fundadores, una startup tiene pocas probabilidades de éxito, como si el emprendimiento a tiempo parcial estuviese abonado al fracaso.
Una percepción que contrasta con la frecuencia con la que aparecen los sidepreneurs: emprendedores a ratos libres, que apuestan por el poco a poco, construyen sobre su expertise, intereses y aficiones y sacan horas de su tiempo disponible.
Una forma de construir negocios –mezcla de necesidad económica, motivación, oportunidad laboral y búsqueda de propósito– que convierte el emprendimiento en algo cada vez más habitual. Lo apuntaba hace unos días la newsletter Zinking Ahead, (de Zink).
El auge de los sidepreneurs es un reflejo de cómo los trabajadores modernos están redefiniendo lo que significa tener una carrera profesional. Este movimiento es una respuesta natural a un panorama económico cambiante, en el que los trabajadores convierten cada vez más sus habilidades y pasiones en nuevas y futuras fuentes de ingresos.
¿Por qué es interesante el auge de los sidepreneurs?
Muchos de vosotros me habéis pedido acompañamiento en algún momento crítico de vuestra carrera, a menudo ligado a un despido o una necesidad de cambio de compañía. Un perfil habitual es el que queda fuera del mercado de trabajo más allá de los 50.
La pregunta no es “¿me van a despedir?”, sino cuándo seré despedido. Es un ciclo natural que reconocido e integrado previamente no genera trauma. Pero sorprendidos por él, puede ser doloroso, a veces, irreversible.
¿Qué tiene esto que ver con los sidepreneurs?
Que quizás estés tardando en desarrollar tus proyectos paralelos, para adelantarte a ese momento de la desvinculación o mitigarlo cuando se produzca. Porque empezar de cero tiene una gran dificultad: pasar de 0 a 1. Mucho mayor que hacerlo de 1 a 100.
Jorge Segado 
Deja un comentario