En un entorno acelerado, intentar adaptarse a cada cambio puede llevar al caos. Empieza a ser necesario fijar la atención en lo que permanece constante.
Según nos dicen, las organizaciones deberían reaccionar rápidamente a los avances tecnológicos, las nuevas dinámicas del mercado y las preferencias cambiantes de los consumidores. Pero en la práctica, esto es casi imposible de lograr, porque el entorno evoluciona mucho más rápido de lo que las empresas pueden responder.
En entornos volátiles, las empresas que anclan sus estrategias en unos pocos factores duraderos tienen más probabilidades de lograr un crecimiento sostenible
En entornos volátiles, las empresas que anclan sus estrategias en unos pocos factores duraderos, en lugar de en muchos factores transitorios, tienen más probabilidades de lograr un crecimiento sostenible. Este enfoque se denomina constancia estratégica y supone reconocer los aspectos fundamentales del modelo de negocios de la empresa (sus valores centrales, relaciones con los clientes, identidad de marca y competencias clave) y seguir dedicándose a ellos a pesar de las presiones externas.
Es la tesis de Jianwen Liao y Feng Zhu en How to Avoid the Agility Trap, publicado en la Harvard Business Review. (Nos puso sobre la pista la newsletter Zinking Ahead, no dejes de suscribirte).
Se trata de una apuesta por la profundidad por encima de la amplitud, profundizando la ventaja competitiva de la empresa en sus áreas centrales en lugar de dispersar los esfuerzos en muchas de ellas.
En su artículo aportan algunos consejos para evitar lo que ellos denominan the agility trap, una patología fácilmente reconocible. Su propuesta pasa por redescubrir las “constantes estratégicas” de cada compañía e innovar sin perderlas de vista.
Hay que redescubrir las “constantes estratégicas” de cada compañía e innovar sin perderlas de vista
Los síntomas de la trampa de la agilidad
Las consecuencias de intentar mantenerse al día con cada cambio son duras: erosión de las ventajas competitivas, un enfoque miope en el corto plazo y caos organizacional.
Erosión de ventajas competitivas
Intentar adaptarse a cada cambio o amenaza percibida puede agotar los recursos de la organización y debilitar la concentración en las competencias básicas.
Miopía estratégica
La preocupación por la adaptación puede fomentar un enfoque a corto plazo. Las empresas pueden pasar por alto la necesidad de coherencia en la cartera de negocios y buscar constantemente la próxima gran novedad. Como resultado, pueden descuidar el desarrollo de la visión y las capacidades a largo plazo.
Caos organizacional
Cuando una empresa cambia de dirección, el modelo operativo debe alinearse con los nuevos objetivos. La implementación de estos reajustes organizacionales, si son continuos, pueden agotar a los empleados, perjudicar la moral y la productividad y socavar las iniciativas de transformación.
“Con frecuencia me preguntan: ‘¿Qué va a cambiar en los próximos 10 años?’… Casi nunca me preguntan: ‘¿Qué no va a cambiar en los próximos 10 años?’ ”, Jeff Bezos.
Empresas con una ‘mirada larga’
Veamos cómo utilizar el enfoque en constantes estratégicas para construir una empresa que supere consistentemente a sus rivales durante las épocas de auge y de caída.
Adopta una mentalidad de futuro-retrospectiva
Este enfoque implica visualizar un estado o resultado futuro deseado y luego trabajar hacia atrás hasta el presente para determinar qué acciones serán necesarias para hacer realidad ese futuro.
Identifica constantes estratégicas
Una vez que las empresas han imaginado el futuro, deben consolidar su comprensión de las fuerzas persistentes que impulsan el crecimiento en su industria. ¿Qué factores son relevantes hoy y seguirán siendo relevantes en el futuro?
Haz coincidir las constantes con las capacidades
Las empresas deberían, en un principio, basar sus estrategias en constantes de demanda o de oferta. Debido a las limitaciones de recursos y de capacidad de gestión, es difícil basarlas en ambas desde el principio.
También se puede adoptar un enfoque secuencial; de las constantes de la demanda a la cadena de suministro, por ejemplo.
Adáptate a las constantes
El objetivo principal es aprovechar los cambios para mejorar la ventaja que proporcionan las constantes. Las constantes deberían fijar los límites para las decisiones de adaptación de la empresa, incluidos los nuevos negocios que debe lanzar y las nuevas tecnologías que debe adoptar.
Anclando las estrategias en constantes estratégicas, los líderes pueden ayudar a sus empresas a sortear la incertidumbre y garantizar que las inversiones actuales mantengan la relevancia de la empresa en el largo plazo, reforzando las ventajas competitivas


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