Twitter se ha convertido estos días en escenario de un cruce de acusaciones más o menos gruesas entre el presidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto, e Ignacio Arsuaga, presidente de Hazte Oír. Todo ello se produjo como consecuencia del acoso de algunos seguidores de la plataforma denunciado por Marcos de Quinto que presionaron en su cuenta personal para que Coca-Cola retirara su publicidad de un programa de televisión tras un episodio por el que la cadena ya pidió disculpas.
El punto álgido de dicho debate fue quizás este tuit de Marcos de Quinto en el que hacía saber a Ignacio Arsuaga que prefería que no bebiera Coca-Cola:
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Pero lo interesante de este caso no es tanto éste en concreto sino el debate más amplio sobre cuáles son los derechos y responsabilidades de las marcas y los consumidores.
Aquí lanzo algunas reflexiones que puedan ayudar al debate:
1. La libertad de todas las partes. Defiendo la libertad de los anunciantes de planificar sus campañas en los medios que consideren oportunos así como de los consumidores de establecer boicots a esas marcas.
Sobre esto último recuerdo además dos cosas:
a. el derecho complementario del consumidor a no consumir esos medios de comunicación en general o alguno de sus espacios concretos.
b. el derecho de las marcas anunciantes a defender sus posturas y a no hacerlo.
2. Distinción entre patrocinio y anuncio en un espacio.
En el primer caso del patrocinio la marca apoya un programa, formato o mensaje determinado. En el segundo caso, esa relación no existe y la marca busca audiencias objetivo.
Creo que esta distinción es valiosa en cuanto marca vinculaciones distintas entre marca anunciante y medio. Esto no quiere decir que la responsabilidad de la empresa sea inexistente en el segundo caso pero sí que no es comparable y en cualquier caso sólo cabe reacción a posteriori.
3. La responsabilidad del consumidor.
Las marcas no son más responsables que los individuos, ni los individuos pueden exigir mayor responsabilidad a las marcas que la que ellos se aplican. Éstos pueden causar unos graves perjuicios a medios, empresas anunciantes y directivos que han de tener justificación. No es un juego.
4. La presión de los lobbies y sus minutos de gloria.
No nos engañemos, en muchas ocasiones vemos que algunas plataformas o iniciativas no persiguen un bien común con honestidad sino subir puntos en el ranking de ‘plataformas influyentes’. Esa notoriedad respalda su razón de ser, la necesitan para seguir siendo. Es el poder movilizador que los avala como entidad influyente.
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Creo que con estos puntos es fácil posicionarse frente a esta polémica o cualquier otra que pudiera surgir.
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3 septiembre, 2013 at 22:28
Estoy totalmente de acuerdo con tu planteamiento, Jorge. En el caso de las audiencias televisivas, y no habiendo delito de por medio, el soberano es el mando a distancia.
¿Quiénes son otros para erigirse en garantes de la moralidad de telespectadores, empresas periodísticos y compañías que deciden invertir su publicidad donde y cuando quieren? Además, en última instancia, allá cada uno con la imagen de marca que quiera dar. No se puede ser más papista que el Papa.
Sinceramente, creo que hay muchas causas más justas que boicotear a Coca Cola por emitir un anuncio en el intermedio de El Campamento. Pero, como tú bien dices, para algunos es difícil renunciar a ese minuto de gloria.
Con respecto a la actuación de Marcos de Quinto, la aplaudo. Twitter no fue creado para acoger mensajes políticamente correctos. Su valentía y su manera de estar presente en las redes es un soplo de aire fresco en el actual panorama en que parece que demasiadas cuentas quedan en manos de profesionales y no de personas.
Buena historia para comenzar el curso 😉
3 septiembre, 2013 at 22:55
Gracias Terry, pero yo sí creo en el boicot como herramienta de la sociedad civil. Aunque creo que debe ser honesto, no oportunista o torcido como creo que a ti y a mí nos parece este.
Creo que Hazte Oír ha estado entre intentando ganar el premio ‘YoTumbéACocaCola’ y revitalizando su Klout.
Estoy contigo en tu apreciación sobre Marcos de Quinto. Disfruta en el cuerpo a cuerpo y es incansable. Esa suerte tiene Coca-Cola.
Ignacio Arsuaga embistió como un Vitorino pero le esperaba Marcos. Sin mover un pie. E Ignacio salió trasquilado. Hoy a HazteOír se le cuestiona su potencia real, su número de simpatizantes, sus prácticas y sus vínculos. Un error de cálculo de Ignacio Arsuaga que les ha salido caro.
Así son las redes…
4 septiembre, 2013 at 5:56
Hola Jorge,
no me conoces de nada, salvo de unos correos cruzados hace ya seis años, cuando buscabas gente para enfemenino.com. Sigo tu blog, me encanta, aunque no tengo tanta experiencia como tu en medios on line y redes sociales, siento que todo lo que dices tiene mucho sentido común y en la mayoría de las veces compruebo que mis pensamientos sobre «lo digital» andan a la par de los de un gran profesional y por eso me gusta aún más. ( eso me hace ser un poco ego reader )
Pero leyendo el comentario de respuesta a Terry creo que Hazteoir.org no esperaba un momento de gloria al arremeter contra Coca cola. Su campaña trataba de retirar anunciantes de El Campamento para que eliminarán dicho programa. O al menos así lo entendí. Desde la distancia, en Colombia, se pierde bastante el hilo de las informaciones de este tipo.
Hazteoir.org creo que intenta que los católicos y las personas de ideales sean consecuentes con sus actos. A mi no me gustan sus métodos, demasiado agresivos y que dan lugar a episodios como el de Twitter, pero creo que si cada uno fuera consecuente con sus ideas no harían falta este tipo de campañas, la audiencia no daría ni un mísero porcentaje a ese tipo de programas vacíos.
Menudo rollo te he soltado!
4 septiembre, 2013 at 9:08
Hola Almudena,
Lo primero muchas gracias por leerme y muchísimas más por escribir tu comentario. Los correos que nos cruzamos no pueden tener más de cuatro años, que es cuando el grupo aufeminin.com me pidió abrir la oficina de enfemenino.com en España. El tiempo pasa rápido, ¡pero no tanto!
Yo sí creo que Hazte Oír ha buscado su momento de gloria, básicamente por dos motivos:
1. La cadena se disculpó
2. Creo que el injustificable acoso a Marcos de Quinto revela que la intención era otra
Creo que pensaron que al igual que la iniciativa de Pablo Herreros tuvo gran repercusión ésta era una buena ocasión de conseguir la suya.
Dices que Hazteoir.org intenta que los católicos y las personas de ideales sean consecuentes con sus actos pero se olvidan de ser coherentes ellos mismos con esos ideales. A mí, como a ti, no me gustan sus métodos, demasiado agresivos, por dos motivos: porque rechazo esa agresividad y porque considero que es contraria a los valores que dicen defender.
Dicho todo esto, acepto haber hecho un juicio de valor y estar equivocado, pero creo que en los cuatro puntos que expongo, llevados al caso de Ignacio Arsuaga (Hazte Oír) vs. Marcos de Quinto (Coca-Cola) es bastante obvio que se trata de una acción poco honesta y sobre todo, muy desafortunada.
Yo, como quizás tú, detesto el contenido de gran cantidad de formatos de Telecinco. Aquí puedes leer mi posición frente al asunto de Pablo Herreros; ‘El caso Pablo Herreros (La noria de Telecinco) y la defensa de la sociedad civil‘ y ‘¿Se mueren los medios tradicionales o los estamos matando?‘). Pero creo que son casos radicalmente distintos por la honesta convicción que guió a Pablo y sus métodos muy alejados de los de Hazte Oír.
Te deseo toda la suerte del mundo con tu blog Style In Barranquilla. Espero que crezca mucho y me vayas contando.
Un fuerte abrazo.
4 septiembre, 2013 at 11:34
En este caso entiendo que el señor De Quinto se ha expresado de una manera impropia de su cargo.
Sus formas tan maleducadas, e incluso rayanas con la difamación, me han sorprendido.
Si arguye que su cuenta de Twitter es «personal», no debiera haber entrado en un debate que afecta a la compañía. Por tanto, en esta polémica, el señor De Quinto ha representado de modo pésimo a una gran empresa que, para mí, antes tenía una extraordinaria imagen, porque creo que vende los mejores, de largo, productos del sector y goza de un estilo óptimo, cercano, simpático, amable.
Yo no me planteo «boicot» a CocaCola por las quejas de «Hazte Oír», sino por la soberbia con que De Quinto ha rechazado las peticiones. Por su culpa, ahora Schuss, Sprite y la Coke me saben un poco mal.
4 septiembre, 2013 at 12:12
Creo, José María, que Marcos de Quinto ha sido firme con Hazte Oír, pero no soberbio ni maleducado. Y que esa firmeza es lo que ha sorprendido a algunos que esperaban que no se expusiera como ha hecho, con valentía.
¡Acabo de descubrir Schuss (no la conocía)!
Un abrazo.
4 septiembre, 2013 at 12:52
No creo que sean muestra de educación palabras como «extorsión, chantaje e intimidación», usadas por parte del señor De Quintos para referirse a la campaña de «Hazte Oír». Lo propio habría sido un «gracias por su sugerencia» y punto.
De un alto directivo espero mesura y buenos modos, no ese «cuerpo a cuerpo» tuitero. Me parecería igual de mal en la «cuenta personal» de Rajoy o Rubalcaba. Prefiero que las personas que ocupan cargos de responsabilidad den ejemplo de diplomacia.
Aparte, el señor De Quintos ha acusado en Twitter al dirigente máximo de «Hazte Oír» de formar parte de una secta conocida como «El Yunque», y esto ya puede ser constitutivo de delito de infamia o injurias. «El Yunque», en tanto que organización secreta y destructiva, debería ser considerada por un juez como entidad delictiva, según lo que se relata de ella.
Sobre Schuss, te digo que es mil veces mejor que cualquier gaseosa. Soy un absoluto convencido de que es mejor que La Gaseosa, igual que prefiero Fanta a Schweppes, he pedido antes Nordic que la tónica de Schweppes, Sprite antes que SevenUp, y por supuesto repudio la Pepsi.
Mucha suerte.
4 septiembre, 2013 at 13:12
Creo que describes el error de cálculo que cometió Hazte Oír, esperaban un “gracias por su sugerencia y punto».
Yo en cambio no prefiero esa diplomacia vacua. Prefiero que si se me agradece una sugerencia se tome en cuenta y si no, se me explique por qué.
Marcos de Quinto le preguntó a Ignacio Arsuaga qué relación tiene con El Yunque y él dijo que ninguna. Luego Marcos ha enviado documentación que cuestiona la relación entre personas dentro de Hazte Oír y El Yunque.
Otra cosa que Marcos de Quinto ha hecho ver a quienes hemos estado atentos a la polémica es que Hazte Oír quizás no representa a tanta gente como dicen y que necesitan de cuentas manejadas desde una misma IP para incrementar su ruido.
Cuando lea Marcos tu último párrafo, ¡te va a hacer imagen del próximo spot de Coca-Cola! 😉
Un abrazo.
5 septiembre, 2013 at 13:13
Si de verdad «Hazte Oír» son cuatro gatos que no representan a nadie, no hay «valentía» alguna por parte del señor De Quinto en su actuación. Que es una actuación maleducada, con tuits repletos de insultos del tipo «jauría, mafia» e identificando la campaña como «linchamientos y escraches».
Ojo; no entro a valorar la campaña de «Hazte Oír», ni su oportunidad. En este sentido, me resulta indiferente; y no me afecta, porque no veo TeleCinco más que cinco segundos en cada «zapeo». Por eso no comparto, Jorge, tu interpretación según la cual hay diferencias entre la que ha montado esta entidad y lo que en su momento hizo Pablo Herreros, a quien le vino fenomenal la polémica con La Noria y con Melchor Miralles. No conozco las intenciones de Arsuaga, y tampoco pretendo adivinarlas. Sólo puedo calibrar lo que veo, no lo que intuyo, ni las simpatías, dudas o antipatías que esa organización me pueda generar.
De este enfrentamiento, lo que me afecta es CocaCola, porque yo no doy dinero a «Hazte Oír», sino a CocaCola, y porque, en sus tuits, el señor De Quinto ha entrado en un debate ideológico sobre cuestiones éticas o morales, y ha mostrado desprecio a quienes sostenemos ciertos planteamientos. Sus generalizaciones no me han gustado.
Sobre la «diplomacia vacua». Creo que en este mundo y en este país, nos viene mejor diplomacia que bronca fácil. No te imaginaba «mourinhista», la verdad, 😉
Me parece que es mejor un «no, gracias», o un «no» a secas, en vez de un «no, me ca*o en tu pu*a madre». Entre el insulto y la hipocresía, hay muchas zonas intermedias.
Para mí, «valentía» habría sido que actuase de modo parecido frente a otro tipo de organización. Por ejemplo, hace dos años hubo una campaña para exigir que CocaCola retirase su patrocinio de la JMJ de Madrid, que es un evento católico.
Estas eran las peticiones:
http://www.change.org/es/peticiones/exige-al-presidente-de-coca-cola-marcosdequinto-que-no-financie-la-visita-del-papa
http://actuable.es/peticiones/exige-al-presidente-coca-cola-marcosdequinto-no-financie
Sin embargo, en aquella ocasión, y como correspondería a lo que se espera del cargo, el señor De Quinto adoptó un tono más o menos conciliador y suave.
5 septiembre, 2013 at 13:23
Sobre lo que dices, varias cosas:
1. Creo que lo que Marcos de Quinto ha evidenciado es que Hazte Oír son muy pocos. Otra cosa es que movilizaran a muchos y, a partir de ahora, quizás a menos.
2. A Pablo Herreros no le vino nada bien aquella polémica. Te recuerdo que Telecinco le pidió algo así como 3 años de cárcel y 4 millones de euros… Le pudo salir todo muy caro.
3. Totalmente de acuerdo en que nos viene mejor la diplomacia que la bronca fácil (no creo que haya sido nada fácil), pero no entregarlo todo a lo más sencillo o políticamente correcto.
4. Marcos de Quinto no ha entrado en un debate ideológico sobre cuestiones éticas o morales, ni ha mostrado desprecio a quienes sostenemos ciertos planteamientos. Las generalizaciones (por ejemplo, ‘nosotros los católicos’ o ‘nosotros los que luchamos por el bien común’) ha sido explotada por los que en las redes apoyaban a Ignacio Arsuaga.
Hora de una Coca-Cola 😉
Un abrazo.
5 septiembre, 2013 at 14:07
Gracias por las respuestas, Jorge. Me parece muy sano mostrar («sine ira et studio») los puntos distintos, o los matices diferentes en cada valoración. Me temo que en España los debates, con demasiada rapidez, entran en acaloramientos que me repugnan.
El último punto sé qué es importante para ti, porque resulta muy poco constructivo ese argumento de «si no estás en mi grupo al 100%, entonces formas parte del Mal». Me parece que en eso estamos bastante de acuerdo. Pero, cuando el argumento se vuelve del revés, es igual de perverso: «Tú me caes mal y defiendes tal cosa, y por tanto, todos los que coincidan contigo en esa cosa son igual de xxxxx que tú».
Sobre Pablo Herreros. Era consciente de la demanda de T5, cuando escribí mi comentario; no creas que se me pasaba. Pero es que, al final, se retiró la demanda (aunque no sé si la demanda habría prosperado del todo, porque a fin de cuentas Herreros no «amenazó» ni «coaccionó»).
De todos modos, yo me refería a que la polémica le ha supuesto un gran reconomiento y respaldo (y muy merecido). En general, ha sido claro ganador contra T5 y contra Melchor Miralles. Fíjate que en noviembre de 2012 El País (ni más ni menos que El País) llamaba a Herreros «bloguero desconocido»:
http://cultura.elpais.com/cultura/2012/11/19/television/1353355364_383068.html
Para mí, Herreros es un «bloguero famoso» y comunicador de primer rango desde hace muchos años.