Con un título tan genérico, bien podría ser éste un post interminable. Quizás se trate sólo el comienzo de una serie de ellos que se irán llamando ‘Malas prácticas en internet (II)’, ‘Malas prácticas en internet (III)’, etc.
Si alguien te copia, en primer lugar, alégrate, he escrito en algún sitio. Pero voy a hablar de una de esas malas prácticas en internet empujado quizás (no lo oculto) por haber sido objeto de una de ellas: la copia de artículos o posts sin citar al autor como se debería.
Ya tuve la ocasión de ver esta práctica cuando en el blog Benjalink.com de Benjamín Suárez ví fusilado un artículo de mi amiga Pilar Trucios:
¿Qué tiene de feo esta práctica?: alguien se convierte en un potente emisor de información cualificada capitalizando el trabajo de otros y ocultando ésto de una manera más o menos intensa. Por seguir con el caso anterior, la autoría de los artículos se mostraba como propia y se añadía al final un tímido «Fuente:» y el enlace al artículo original.
Digo ocultando la autoría de una manera más o menos intensa, porque lo que he visto hoy es un paso más allá. Veo en el portal Aragón Emprendedor cómo mi último artículo, Cómo gestionar a tus ex, es copiado íntegramente. Puedes comprobarlo aquí o pinchando en la imagen superior. Pero en este caso, difuminando un poquito más la autoría, evitando el link a la fuente y citándola en el marco de una web próxima. Dicha web no lo reprodujo, sólo lo difundió vía Twitter:
Al evitar el link, estas malas prácticas suelen pasar inadvertidas para los autores, pues no hay buenas vías de monitorización (Google Alerts no es lo preciso que se esperaría) o son poco habituales, pero existen algunas como Mention.
Y es aún más irritante ver que esta práctica capitaliza el talento y conocimiento de terceros ya no sólo a nivel de marca sino con apoyos institucionales. En el ‘Quiénes somos‘ del site Aragón Emprendedor podemos ver más de una veintena de instituciones que lo apoyan, lo financian o se benefician de él (Cátedra Emprender, CEAT Aragón, SECOT Aragón, Cámaras Aragón, UPTA Aragón, ATA Aragón, Asociación de Mujeres Empresarias y Profesionales (ARAME), ASES, Instituto Español de Comercio Exterior, Avalia Aragón, CEPYME Aragón, Confederación de Empresarios de Aragón, CEEI Aragón, Instituto Aragonés de Empleo (INAEM), Instituto Aragonés de la Mujer (IAM), Instituto Aragonés de la Juventud, Asociación de Jóvenes Empresarios de Aragón, Instituto Aragonés de Fomento (IAF), Ayuntamiento de Zaragoza, Secretaría General de Industria, Dirección de Política de la Pequeña y Mediana Empresa y el Gobierno de Aragón.). Y esto es ya, quizás… demasiado.
Citad, difundid… Y sentíos contentos de ser citados o incorporados a otros blogs. Pero no perdamos las formas, ni en internet ni en la vida real.
Buena semana.
Follow @jorgesegado
30 julio, 2013 at 8:31
Eres muy generoso, Jorge. El latrocinio es algo más que «perder las formas».
Quien roba un artículo es capaz de robarte las tarjetas de crédito en el buzón de casa.
30 julio, 2013 at 8:47
Quizás tengas razón. Pero yo creo que la mayoría de los hurtados nos conformaríamos con una clara mención de la autoría, distinguiendo cita de copia y fuente de autoría.
30 julio, 2013 at 15:15
Hola, Jorge. Estoy de acuerdo con Jose Gavira y en desacuerdo contigo al titular tu post. No creo que pueda hablarse de «mala práctica» cuando nos referimos a una copia sin citar a un autor. Más que eso, yo hablaría de plagio puro y duro. Porque hasta donde yo sé WordPress no es un agregador de contenidos ni una agencia de noticias. El hecho de que las cosas se publiquen en «abierto» no debería quitar los derechos a sus autores. Es cierto que puedes sentirte orgulloso de que repliquen de pé a pá tu post, por su interés y acierto, pero creo que el problema va más allá.
Desconozco (y ahora no puedo investigar) si las leyes de propiedad intelectual recogen específicamente la autoría en Internet, pero parece obvio que no se puede copiar un texto original de otra persona sin ni siquiera citarlo.
Tal vez el problema se solucionaría desde WordPress y plataformas similares con un mensaje de que se trata de contenido original sujeto a derechos. Me parece algo a perseguir.
Un abrazo.
30 julio, 2013 at 15:22
Terry, es que yo soy autor Creative Commons así:
Reconocimiento – NoComercial (by-nc): Se permite la generación de obras derivadas siempre que no se haga un uso comercial. Tampoco se puede utilizar la obra original con finalidades comerciales.
http://es.creativecommons.org/blog/licencias/
Me conformo con un poco de cariñín (reconocimiento) y que no se comercie con mi obra (no sin repartir).
5 agosto, 2013 at 0:29
El problema está en definir «uso comercial». Si un portal de descarga gratuita de películas es penalizado porque está utilizando contenidos que no son suyos al lucrarse con la publicidad generada a su alrededor… ¿no deberíamos aplicar el mismo rasero a cualquier web que distribuya textos o vídeos o canciones?
No deja de sorprenderme que nos guste tanto la tecnología para algunas cosas y tan poco para otras. Para obligar a modelos de reparto de beneficios, por ejemplo: Tanto ingresas, tanto gastas, de este beneficio resultante te vas a quedar un 30% y el resto lo vas a compartir con todos esos generadores de contenidos que te han permitido lucrarte, aplicando una proporcionalidad en función de los views, los downloads y los links. El contenido demandado se lleva más que el que no lo es. Y a correr.
No puedo entender que no lo hayamos hecho ya. En una mañana te puedo redactar una ley y programar una app para hacer los cálculos con el iPhone, obligatoria por decreto. Y acabamos con esta gran mentira de derechos de autor mal calculados a tanto alzado para unos pocos. De un plumazo.
Y los emprendedores maños que te citen y te retornen pasta.
#yaestábiendecachondeohombrepordios
31 julio, 2013 at 19:31
Hola Jorge,
aquí te envío un post que habla de algunas herramientas para ver si el contenido de tu blog ha sido copiado:
http://posicionamientoenbuscadoreswebseo.es/como-saber-si-copian-el-contenido-de-mi-blog/
Un saludo.