¿Se deben borrar los tuits (tuit mejor que tweet)? ¿Es bueno borrar tuits? ¿En qué casos no debe borrarse un tuit? Esto me recuerda algo que hace unos días nos decía Marcos de Quinto en la II edición del Digital Execs Dinner: “de Social Media nadie sabe nada”. Yo tengo dos buenos amigos que saben mucho de Social Media. Para confirmar la afirmación de Marcos de Quinto, uno cree que es una pésima práctica, y la otra, algo bastante razonable.
Mi opinión sobre el borrado de tuits está muy alejada de lo que dicen las tablas de la ley del Social Media. Esas tablas de hormigón con las que algunos te quieren golpear cuando cometes un pecado de herejía contra las verdades de Dospuntocerolandia. Esas tablas, en su tercer mandamiento, dicen “Nunca jamás borrarás un tuit”. Mi postura es mucho más próxima a la de mi amiga.
El borrado de tuits tiene sentido si se da alguna de las siguientes circunstancias:
1. Los tuits a borrar, a pesar de estar en abierto, forman parte de una conversación privada (nunca una discusión que aporta puntos de vista sobre un tema) y finalizada.
2. Cuando los tuits no aportan ninguna información, son puras formulaciones de cortesía o, por qué no decirlo, son una chorrada intrascendente a la que una vez escrita, le das unas horas y la borras. A modo de ejemplo:
– @fulano Mañana te veo donde siempre
– @mengano ¡Un placer!
– @perengano muchas gracias! jejej dale nena que me voy de aqui tatuadaaa!jeje
– Buenos Dias/Tardes, Damas y Caballeros de los 140 caracteres!…vosotr@s que tal?
3. Cuando los tuits no forman parte de tu “línea editorial”. De repente un día dices “Vaya luna bonita” y pasadas unas horas o días decides que no eres astrónomo, que el tuit no aporta información y que cuando alguien vea tu time line quieres que se vea que lo que a ti te gusta es, por ejemplo, la cocina asiática y las lenguas clásicas, que es por lo que eres realmente conocido.
4. Cuando los tuits contienen faltas de ortografía, tipográficas, enlaces erróneos, hashtags olvidados… y te das cuenta en el mismo momento en que los publicas. Las faltas de ortografía son la halitosis de las redes sociales. ¿Por qué no evitarlas? Creo, como Rodrigo Burgos, que en este caso es muy recomendarlas borrar y reescribir. Con una excepción: que te pillen. Entonces, mejor un guiño a tus seguidores, hazles ver que algún defecto tenías que tener… aunque sea esporádico. Por favor, nunca las justifiques con un “bueno, se entiende igual” o barbaridades semejantes. Sé que ésta es una apreciación muy personal, pero justificar una falta de ortografía por esa vía es tan elegante como pasar la lengua por el plato.
5. Cuando no has sido tú. Me explico: cuando ese tuit lo ha escrito tu hijo menor (suele tener esta sintaxis: “ggpj agaiag gajjjgai86upejh , aga`g”) o bien, algo ha hecho tu dedazo sin tu permiso: pasa con algunos retuits, tú querías avanzar en tu timeline y sin querer hiciste retuit.
Mi planteamiento es que el borrado de esos tuits no deben suponer ningún problema, no planteo la obligación o recomendación de eliminarlos. Es tu elección.
En cambio, un tuit no debe borrarse si:
1. Forma parte de una discusión sobre algún tema con otras personas. Por respeto a esas persona y a quien pueda leer la discusión, el hilo debe permanecer completo.
2. Cuando en una conversación crees que has metido la pata. Borrarlo puede multiplicar su efecto. En estos casos, mejor un tuit de aclaración o rectificación.
3. Cuando te has prestado a una estrategia comercial, pagada o no, y no quieres que a los pocos días permanezca un tufillo comercial en tu timeline. Esto es un error, porque alguien te podrá poner colorado en algún momento. Y sobre todo, porque tus seguidores ya te habrán padecido igualmente. No participes en aquellas estrategias de comunicación de las que no te sientas cómodo.
¿Crees que hay algún otro caso en el que un tuit pueda borrarse sin mayor consideración y, al contrario, algún otro caso en el que no deba eliminarse?
Hay quien cree que hay una regla superior: tú borras de tu timeline lo que te da la gana, por el simple hecho de darte la gana. ¿No es buen motivo? Quizás sea el mejor de los motivos pero no de las estrategias.
Buena semana.
.
Post relacionados:
– Yoani Sánchez: el activismo en las redes sociales
– Redes sociales: riesgos y responsabilidades de uso
– Redes sociales: objetivos, usos y experiencias
– El torpe comunicado de Unidad Editorial sobre el uso de las redes sociales
– Cómo (no) usar (nunca) las redes sociales
– El caso Carlota Sacristán (su jefe se burla porque tiene sólo 2 seguidores en Twitter)
.
Follow @jorgesegado
26 febrero, 2013 at 12:14
A pesar de que existe condescendencia por la inmediatez, es habitual que se escapen faltas de ortografía en un tuit. Cuando me he dado cuenta inmediatamente lo he borrado y lo he escrito correctamente, quizá también por vergüenza gramatical. Siempre he dudado si es la manera más correcta de actuar o es mejor corregirlo en un tuit posterior. ¿qué opinas?
26 febrero, 2013 at 12:19
Rodrigo, creo que tienes razón. Yo hago como tú, cuando lanzo un tuit con faltas de ortografía o tipográficas, lo borro y lo reescribo. Con una excepción: que alguien me haya pillado. Entonces, deportividad. Aquí un ejemplo propio:
Ahora mismo incorporo este caso.
26 febrero, 2013 at 20:38
Ciertamente, Jorge, planteas una cuestión que nunca antes me había parado a pensar; y está bien esto de pensar y plantearse las cosas aunque a uno no le quiten el sueño. Si a ti te parece relevante como para escribir un post, vamos a darle una vuelta al tema a ver qué sacamos en claro. La pregunta es si se debe, se puede o es conveniente borrar un tuit: sí, no, cuándo y por qué. Parece ser que esas tablas de la ley del Social Media que mencionas y desconozco (seguramente estaría yo adorando al becerro de oro cuando Moisés bajó con ellas del monte Sinaí y las publicó en su twitter) establecen que nunca se debe borrar un tuit ¿Nunca? ¿Nunca jamás? ¿Por los siglos de los siglos? ¿Pero por qué? ¿Qué razón de peso -o ligera pero razón al fin y al cabo- otorga carta de naturaleza perpetua a todos los tuits? No tiene sentido; y una norma sin sentido, escrita o no, no puede durar. Esta idea de que todo lo que se escribe y publica en las redes sociales pasa a formar parte de un acervo comunitario intocable sobre el que su autor pierde todo tipo de derecho y control me parece un argumento vacío. Cualquier persona debería poder borrar un tuit que haya escrito, por la simple y llana razón de querer hacerlo – porque ya no le gusta, porque ha cambiado de opinión, porque no quiere que siga publicado…-. No creo que nada que uno no quiera deba quedar escrito a fuego y sine die en la red. Y ahora dame si quieres con esas tablas de cemento armado en la cabeza.
El argumentario anterior sobre el “poder” borrar un tuit (que gira en torno al principio de autonomía de la voluntad) se transforma indefectiblemente en un “deber” borrar un tuit cuando este contenga faltas de ortografía o sintaxis, hayan sido cometidas por error manual o ignorancia, lo mismo da. Mi respuesta en este caso es borrarlo de inmediato si me doy cuenta o me advierten de ello. No puedo dejarlo mal escrito, es superior a mí. Y no debo dejarlo mal escrito, ni siquiera para constatar que soy un cazurro, porque no hay ninguna razón para apuñalar de nuevo los ojos de un lector ni para dejar esa daga clavada en el alma de nuestra querida lengua materna.
26 febrero, 2013 at 22:02
Hola Patricia, pues sí, aunque te parezca increíble, es un tema de discusión habitual. Pero me quedo con tu motivo para borrar tuits: porque su autor quiera. Y punto.
Pero creo que el debate realmente no está ahí. Sirva como ejemplo la contestación que le doy un poco más arriba a Rodrigo Burgos, en la que incorporo mi propio tuit con una falta de ortografía. El tuit es público en el momento en que se escribe. Puedes quitarlo si quieres, pero ya puede estar formando parte de otras discusiones o de un post como este. La discusión está más en otro campo, el de la cortesía o el respeto al uso que de tu tuit hacen otros. Esto no me parece mal.
También hay otra razón que a mí me parece más peligrosa. La de asumir que todo lo que digamos ha de ser impoluto e intachable y si no puede ser utilizado en tu contra. Pero es lo que tiene participar en este gran escenario en el que cada uno decidimos nuestro papel.
Me dejas con la duda de si mantener o no esas faltas de ortografía cuando alguien te lo ha hecho ver. No quiero dañar los ojos de nadie…
Un abrazo.
27 septiembre, 2013 at 14:26
Me hacía la misma pregunta hace tiempo con las fotos de Instagram. Algunos borran sus fotos (muy pocos), otros no… Para mí dejar las fotos es porque son un fantástico recordatorio de todo lo vivido en la app y de imágenes subidas en el momento… Para otros no. Suben una foto y la eliminan un tiempo después.. Es curioso como dos apps tan parecidas y con usuarios similares tienen comportamientos diferentes… También es verdad que los tuits acaban muriendo.. Y total, qué más da… No sé… Interesante debate.
27 septiembre, 2013 at 14:29
Interesante lo que comentas, Phil. Imagino que tu visión puede servir para tu próximo post en Instagramers.
Un abrazo.